In memoriam

«Enemigo del Silencio»

 

El mes de febrero tiene para mí una connotación distinta a partir de 2019, pues el día siete cumpliría años un amigo entrañable, “mi hermano”, lo digo así. Hace poco tiempo le dedicaba el artículo “Hospital de almas”, cuando se encontraba en una lucha cuerpo a cuerpo, una lucha que llegó a su fin pocos días antes de su cumpleaños.  Venció al enemigo, ahora tenemos un ganador, él ganó la batalla porque con todo y lo que implicó, salió victorioso y está en un mejor lugar, ahora nuevamente es libre, vuelve al origen y viajó con el creador.

 

Agradezco a la vida infinitamente el que me haya permitido estar con él antes de partir,  leerle de viva voz mis escritos, que haya visto las fotografías más recientes de ese viaje que en algún momento habíamos planeado coincidir, que platicáramos de cualquier cosa y de todo, que nos riéramos de tantas anécdotas, fue nuestra última tarde tomando un café.

 

Y con toda seguridad me quedo con eso, quiero transformar el dolor pues hoy como siempre son tiempos de reflexión, de cuestionarse y confirmar el rumbo, de agradecer, de ver en el interior y para adelante, pues aún con el duelo la vida está aquí para disfrutarse, ir un día a la vez pero forjando lo que viene, me queda claro que hay que  ser agradecido con las bendiciones,  con las tristezas que también son parte del amor, son sentimientos hermanados que nos llevan al equilibrio natural, el ciclo de la vida está presente en todo momento y lugar, estamos aquí para aprenderlo y compartirnos.

 

En su despedida estuvo rodeado por todos los flancos, por el amor de su esposa, de sus hijos, sus papás, sus hermanas, su hermano y además estuvimos la familia que él escogió, los amigos que teníamos años de no vernos, los más cercanos, los que viajamos desde lejos, los que a pesar todo y desde la distancia estuvieron también presentes,  las personas con la que hizo un lazo y a quien nos dejó un sentimiento tan grande que se desbordaba en lágrimas, incluso ese día, el cielo también lloró…

 

Duele y me duele mucho, pero estos momentos me confirman que el amor es el origen, el amor enseña, el amor se torna triste cuando ya no están a tu lado esos seres que son parte de tu vida, pero también se transforma y da pie a crear nuevas sensaciones y puedo decirlo, esos seres siguen dentro de ti, son energía que no se contiene y aparece en los recuerdos, en la memoria, en el corazón…

 

Descansa “mi hermano”, descansa en paz y a seguir abriendo brecha, seguiremos unidos más allá de la distancia y seguro estoy que la próxima vez que nos encontremos, ya sin cámara en mano, nos seguiremos asombrando de lo maravilloso que fue haber coincidido en esta vida.

 

Un comentario en “In memoriam
  1. Angélica Gómez Prado dice:

    Muy bonita palabras para ese hermano tan querido y muy buena reflexión para los que quedamos .

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